Muchos empresarios se han dado cuenta que la web es el medio ideal de ventas para sus productos o servicios, y toman la sabia decisión de decidirse a vender por internet su catálogo, o al menos, parte de él. Pero la tarea no es simple. Es como surfear, los vemos a esos atléticos muchachos en documentales, o películas, y creemos que es sencillo: nos subimos a la tabla, nos paramos cuando viene la ola, y a montar sobre la espuma. Probablemente, si carecemos de la experiencia y el entrenamiento debidos, nos pegaremos tremendo revolcón. Y quien aspire a vender sus productos por la web puede sufrir la misma mala experiencia, si no toma las precauciones necesarias.Primero, necesita un sitio web, con todo lo que esto implica. Montar una web con el propósito de vender requiere de ciertas funcionalidades particulares, la posibilidad de cerrar una venta, exponer los productos, interactuar con los usuarios, y realizar la debida promoción web de su empresa. Varias empresas que tienen excelentes ofertas, u ocupan nichos del mercado muy potables, fallan en este aspecto. No escatime en el diseño de su sitio web, porque es un activo de su empresa que lo acompañará por mucho tiempo. De la misma forma que invierte en maquinarias y materia prima para elaborar un producto, invertir en una página web efectiva será una sabia decisión que redundará en un enorme beneficio económico, si hace las cosas bien desde un principio.
Cuide el contenido del sitio. Es indispensable que el mismo cumpla varias condiciones. Primeramente deberá informar, y brindar precisiones a los posibles compradores. En consecuencia, concentre su esfuerzo en la descripción de los productos, soporte técnico, información adicional. Deberá convencer y seducir al potencial cliente, pero brindando un valor agregado en si mismo. No es igual presentar un producto con una somera descripción de diez palabras y un par de imágenes, que tomarse el trabajo de explicar cuál es la ventaja comparativa de ese modelo o marca sobre los demás.
Facilite el proceso de compra. Comprar por internet debería ser una experiencia sencilla, rápida, y ejecutiva. Desde la página de presentación del producto, hasta la leyenda “Gracias por su compra” no debería haber más de tres o cuatro clicks.
Trabaje para ofrecer ventajas a sus clientes. Un aspecto poco contemplado es el del flete o los gastos de envío. Una opción es absorber parte del flete cuando la compra supera cierto mínimo, o buscar los proveedores más económicos y convenientes. No todos los servicios de entrega tienen el mismo costo, y algunos hasta han desarrollado soluciones especiales para e-commerce, aprovéchelas. Cualquier ventaja comparativa lo ayudará a potenciar sus ventas e incrementar su facturación.
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